En lo que va del año, en algunas provincias no se cumplieron los días de clases planificados. Sin embargo, la provincia de Corrientes se encuentra entre las que más cumplieron, garantizando el dictado de clases a los alumnos. El relevamiento abarca desde inicio del periodo escolar hasta el 30 de junio de 2024. Allí se observa que Corrientes tuvo 5 días de medidas de fuerza de los docentes, aunque cabe aclarar que en estos casos el acatamiento fue mínimo, por lo que hay establecimientos que no adhirieron al paro y que la actividad fue normal, sin perder días de clases.

No obstante, en el informe publicado por el diario porteño La Nación, se describe que Misiones lidera el listado de distritos con más conflictos gremiales; le siguen Neuquén, 22 días, y Santa Fe, 16; la provincia de Buenos Aires tuvo 14 días sin clases; la Capital, 10.


Refiere que: Formosa, Mendoza, San Luis y Santiago del Estero no tuvieron días sin clases, según el relevamiento de la organización Coalición por la Educación, una agrupación de padres, docentes, expertos y representantes de diferentes organizaciones sociales, que contabiliza cuántos días de clase se dictaron, cuántos se perdieron y por qué razones.


En tanto que Misiones, en donde hasta mitad de año solo habían tenido 44 días de clase normales de los 82 planificados, alcanzando 38 días de paro; Neuquén donde hubo 22 días de paro y Santa Fe con 16.
En el mapa figura que Corrientes sólo tuvo 5 días de paro docente, aunque sin tener en cuenta que tuvo un bajo acatamiento, es decir que sólo adhirieron algunos docentes.


De acuerdo con el calendario escolar de la provincia correntina, los días efectivos de clase a alcanzar son 190. También -como garantía- establece que: «Los establecimientos educativos de todos los niveles arbitrarán los medios para alcanzar el 80 por ciento de las clases previstas durante el ciclo o período escolar, pudiendo incorporar los sábados como día de clase computable y/o la recuperación en proceso, en la forma más inmediata y operativa posible, de manera que la priorización de contenidos sirva para construir, integrar y recuperarlos. Cada institución dispondrá la forma de recuperación de las mismas.

PROYECTO

En busca de garantizar que las escuelas estén abiertas durante las huelgas docentes y no docentes, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto de ley que declara a la educación como un «servicio estratégico esencial», que no quedó exento de críticas por la dificultad para su implementación y por quienes consideran que no resolverá los problemas de la crisis educativa.


La propuesta aprobada, que ahora deberá pasar por el Senado, plantea un sistema de guardias mínimas educativas obligatorias: las autoridades escolares deberán garantizar la apertura de los establecimientos en sus horarios habituales y el servicio de alimentación escolar los días de huelga.


La diferencia entre considerar a la educación como un derecho o un servicio esencial fue uno de los puntos en los que se centró el debate y, a la vez, los límites entre esto y el derecho a huelga de los docentes. Además de las dudas para implementarla se cuestionó, también, que no apunta a solucionar los problemas de fondo de la crisis educativa.


Según establece el artículo 4° de la norma serán los directivos de cada establecimiento quienes tendrán que decidir e informar el personal asignado para asegurar las guardias al inicio de cada ciclo lectivo. En caso de que las huelgas duren entre uno o dos días, deberán contar con la asistencia del 30 por ciento del personal directivo, docente y no docente de todos los niveles de la educación obligatoria.