La Dra. Patricia Demuth, Secretaria General Académica de la UNNE, formó parte de un panel para analizar los procesos de implementación de los créditos académicos en universidades de Argentina, y expuso los avances logrados por la UNNE en el objetivo de poder ajustar su oferta de carreras al nuevo sistema de reconocimiento académico centrado en el aprendizaje del estudiante.

El panel “El SACAU en las universidades: experiencias, tensiones y procesos de apropiación” fue organizado por la Universidad Nacional de General Sarmiento, con participación de representantes de instituciones que ya implementan los créditos académicos, así como de otras que se encuentran en una etapa de adecuación o en una fase inicial de discusión del nuevo sistema.

Entre las panelistas invitadas estuvo la Dra. Patricia Demuth, quien expuso sobre el “caso UNNE”, con detalles del trabajo que se viene realizando a nivel institucional y que involucra la participación de toda la comunidad universitaria.

Resaltó que la UNNE fue una de las universidades pioneras en empezar a trabajar con miras a la implementación de los créditos académicos, y en contar con un plan institucional con acciones y plazos de trabajo para la adaptación de sus carreras al Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios.

Según las proyecciones, se estima que en el primer semestre del 2026 se podrían hacer las primeras presentaciones de planes de estudios nuevos o modificados con sistema de créditos integrados en la UNNE.

En el panel la Dra. Demuth, quien disertó en modalidad a distancia, estuvo acompañada por Javier Diaz Araujo, Secretario Académico de la Universidad Nacional de Villa María, Ana Laura García Presas, Directora General Académica de la Universidad Nacional de Entre Ríos; Natalia Giamberardino, Secretaria Académica de la Universidad Nacional del Centro de Buenos Aires; y Elena Valente de la Universidad Nacional de General Sarmiento, mientras que fue moderado Natalia Doulián, Directora General de Formación de la Universidad Nacional de San Martín.

SACAU. Cabe recordar que el Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios (SACAU) es una normativa que establece parámetros para el reconocimiento de la trayectoria de las y los estudiantes en el sistema universitario nacional, como así también con instituciones universitarias de otros países.

A diferencia del modelo centrado exclusivamente en las horas de docencia, el nuevo sistema, que incluye el «Crédito de Referencia del Estudiante» (CRE) como una nueva unidad de medida académica, está centrado en el estudiante.

Experiencia de la UNNE

Durante su charla, la Dra. Demuth recordó que la UNNE venía trabajando en una serie de acciones dentro de un programa de evaluación y cambio de sus diseños curriculares de pregrado y grado, trabajo que sirvió de base para la actual instancia, ya más directamente orientada a los Créditos Universitarios.

Explicó que el trabajo del Proyecto Institucional de Evaluación y Cambio Curricular se gestó para lograr ajustar las carreras de la Universidad a las necesidades actuales de los campos profesionales y las comunidades locales, regionales e internacionales.

Este programa tuvo una “primera etapa” de “Encuadre del Diseño de la Indagación Sistemática”, en la que se utilizó como estrategia metodológica el “Estudio de Caso”, donde cada carrera se constituyó en un caso, se analizaron fuentes estadísticas, documentales (planes y programas), encuestas a estudiantes y entrevistas grupales, entre otras acciones.

En esta instancia señalizaron datos estadísticos aportados de los Sistemas SIU, y se avanzó en el desarrollo de un sistema de información propio para el programa.

La “segunda etapa” se denominó de “Análisis del desarrollo curricular”, con la realización de más de 6000 encuestas a estudiantes a través del SIU Guaraní (en SIU KOLLA), más de 140 “focus group” a docentes de diferentes carreras, cargos jerárquicos y niveles.

Este proceso posibilitó un acercamiento a la realidad de las carreras, e identificar por ejemplo carreras con una duración real entre 6 y 13 años, con un promedio de 8.5 años; y planes de estudios de 15 años de antigüedad promedio.

Además, se corroboró la predominancia del “Modelo tradicional” en el diseño de los planes, con escasa integración curricular, focalizada en proyectos académicos, no en planes de estudios, sin transversalización de la perspectiva de género o ambiental.

Se encontró una acotada “curricularización” de la extensión, en proyectos no institucionalizados.

Créditos Académicos.

En tanto, la tercera etapa del “Programa de Evaluación y Cambio Curricular de la UNNE”, se corresponde a la integración del sistema de créditos a los planes de estudio de pregrado y grado.

Esta instancia se puso en marcha con la aprobación de la Resolución 290/25 – CS-UNNE, en la que se fijaron acciones y plazos de trabajo para la adaptación de las carreras al Sistema Argentino de Créditos Académicos.

Así, en el primer semestre de 2025 se avanzó en la realización conferencias de sensibilización sobre el sistema SACAU y las microcredenciales, en tanto en el segundo semestre de 2025, se programaron talleres institucionales para análisis de planes de estudio en función de la construcción del CRE.

En estos talleres estuvieron representadas el 100% de las carreras, más de 70 ofertas de grado y pregrado, con la participación de 2 profesores por carrera + 1 estudiante, para las sesiones centrales, y luego una instancia de trabajo en sus departamentos cada 15 días.

En vista de la marcha de esta tercera etapa, desde la UNNE se espera que para el primer semestre del 2026 se puedan realizar las primeras presentaciones de planes de estudios nuevos o modificados con sistema de créditos integrados

Conclusiones

Como cierre de su participación en el Panel, la Dra. Patricia Demuth, brindó “algunas pistas para la toma de decisiones”, en base al trabajo en la UNNE y otras experiencias del sistema universitario.

Se refirió a la “Transformación de la Investigación Curricular”, exponiendo que los sistemas informáticos, desde bases de datos robustas hasta plataformas de análisis de datos, son la columna vertebral que permite una investigación curricular de alta resolución.

Agregó que estos sistemas facilitan la recolección masiva y estructurada, el almacenamiento seguro y el procesamiento ágil de datos, lo que transforma los estudios que antes eran lentos y limitados en procesos dinámicos y exhaustivos. “La tecnología garantiza la trazabilidad, la fiabilidad y la escalabilidad de los hallazgos”.

Tras ello, mencionó el “papel crítico de los datos primarios”, y señaló que la carga y gestión de datos primarios (como resultados de evaluaciones, trayectorias estudiantiles, perfiles docentes y uso de recursos) es el fundamento irremplazable de toda política educativa efectiva.

“Estos datos, al ser frescos, detallados y contextualizados, ofrecen una visión real y no filtrada de los desafíos y éxitos del currículo en acción” acotó.

Así, se enfocó en la importancia del camino “del Análisis a la Decisión Informada”, resaltando que el análisis sofisticado de los datos primarios permite un diagnóstico preciso, como identificar brechas curriculares, y una adecuación de la decisión, para “movernos” de políticas genéricas a estrategias focalizadas y adaptativas que responden a las necesidades específicas de las instituciones.

También se refirió a la “necesidad de triangulación con análisis cualitativos”, pues si bien los sistemas informáticos ofrecen una capacidad sin precedentes para el análisis de datos primarios cuantitativos a gran escala, “es crucial reconocer que la cifra por sí misma es incompleta”.

En esa línea, sostuvo que la investigación curricular es, por naturaleza, una disciplina profundamente humana y contextual.

“Los sistemas de información deben complementarse con la profundidad y riqueza que solo proporcionan los análisis cualitativos. La triangulación metodológica no es un lujo, sino una necesidad epistemológica”, opinó.

Por último, planteó que el sistema de créditos debe ser una “excusa” para el objetivo primordial que es la transformación curricular.

Indicó que para llegar a identificar con la mayor precisión posible la hora de estudio autónomo que permita construir el CRE, se deben analizar las dimensiones: institucionales, curriculares y didáctico-metodológicas (más centrada en el aprendizaje de los/as estudiantes).

“El análisis de esta última dimensión es clave para valorar tiempos de aprendizaje y su evaluación”, concluyó.