Informes públicos y privados, apuntan a dos grandes conflictos para los maestros en la Argentina. Los salarios, la estabilidad en el cargo y el proyecto educativo, los puntos de mayor conflictividad en el trabajo de los docentes.

El Día del Maestro se conmemora en medio de un panorama desalentador, como consecuencia del ajuste del Gobierno en el presupuesto educativo. El dato que da prueba de ello muestra que en la actualidad los salarios docentes cayeron a niveles de hace dos décadas atrás. El impacto de la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y las estrategias de ajuste fiscal tanto nivel nacional como provincial y municipal, derivaron en la baja del sueldo de los trabajadores de la educación en el nivel inicial.

Uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de una sociedad es la educación, lo cual evoca varias cuestiones que merecen ser analizadas. Por un lado, la importancia de los recursos para el área, con la inversión educativa en salarios, infraestructura, capacitación, entre otras cuestiones.

El otro asunto a tener cuenta es el de la calidad de la enseñanza dentro del aula. Año tras año, los académicos, especialistas e integrantes de la comunidad educativa debaten sobre cuáles son los desafíos, las problemáticas y los cambios que impactan en el proceso de aprendizaje, tales como la tecnología, cambios sociales, la irrupción de la IA, las redes sociales y el acceso a la información.

Caída en el salario docente

En cuanto a los sueldos, la radiografía del salario docente muestra que es un mal momento para los ingresos de los trabajadores de la educación.

De acuerdo al informe realizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de Buenos Aires (IIEP), el salario de los docentes volvió a niveles bajos de hace dos décadas, como consecuencia del ajuste en educación que lleva adelante el Gobierno.

En diálogo con Ámbito, Javier Curcio, profesor e investigador IIEP – UBA CONICET, explicó: “Siempre el impacto del desfinanciamiento tiene un peso muy fuerte en términos salariales, porque el 90% del gasto presupuestario educativo tanto en la Argentina como en otros países se da por los salarios docentes“.

El dato muestra que los sueldos de los maestros de grado de jornada simple del nivel primario cobraban en marzo pasado una remuneración de $502.786, en pesos constantes al valor de 2024.

Si tomamos la serie, en septiembre de 2003 (en pesos al valor de 2024) el salario bruto docente para el mismo cargo y tarea era de $452.202.

Curcio además sumó otros datos que preocupan en materia de inversión educativa, uno de los constantes reclamos del área. “La caída del presupuesto en educación ronda el 40% real interanual (comparando 2023-2024). Eso duplica el valor del ajuste en el Estado que viene realizando el Gobierno, que fue del 20% en otras áreas” aseguró. Y sumó: “El ajuste en las universidades fue del 30%”.

La eliminación del FONID generó un golpe muy fuerte en detrimento de los ingresos de los trabajadores de la educación, lo que “impacta en la capacidad de las provincias para pagar salarios” agregó el especialista. “El salario docente del nivel primario viene golpeado desde marzo y no se recuperó. Allí observamos que cae a niveles de hace dos décadas atrás en 2003. Esa caída va a redundar indefectiblemente en un deterioro en la calidad educativa” precisó Curcio.

En la actualidad, el salario docente promedio del nivel primario para un maestro de jornada simple es de $500.000. “Si lo ponemos en valores constantes, es un salario equivalente al que tenía el docente en 2004” explicó Curcio.

Los desafíos de la educación

Por otra parte, además de la cuestión económica y de recursos presupuestarios, es clave lo que ocurre dentro del aula. Para ellos Ámbito conversó con el docente y especialista en gestión educativa Flavio Buccino, quien analizó los desafíos y las problemáticas que hoy afrontan los trabajadores de la educación.

“La educación necesita de la lógica de la confianza: la confianza del alumno en el docente, la confianza del docente en sus alumnos, la de la sociedad en el sistema educativo, de los docentes en que van a ser apoyados en esa sociedad. Ahí estamos mal, si bien es una situación global, en la Argentina es difícil de abordar el tema de los cambios en el sistema educativo” manifestó Buccino a modo de diagnóstico de la situación actual.

En ese plano hay dos dimensiones para analizar dentro del aula: la del docente que se para frente a los alumnos y la de los estudiantes que reciben los conocimientos del maestro.

En lo que respecta al rol docente, Buccino consideró que “hay que crear una carrera dentro de la educación, que le permita al docente llegar a un rango máximo y sepa que va a tener una jubilación que le permita vivir mucho mejor que cuando arrancó y hoy lo que ocurre no es así. Mucha gente no quiere jubilarse fundamentalmente porque pierde salario al jubilarse”.

La situación que describió el especialista sobre la docencia en la Argentina marca cómo se da la carrera docente y el reconocimiento salarial sobre esa tarea. “Se acostumbró a que hablar de salarios sea ajustar por inflación. Los docentes ganan más por dos razones: por la antigüedad, es decir, por estar más tiempo en el sistema. Y también ganan más porque no eligen la carrera de conducción en el aula y se dedican a la carrera con cargos como directores, rectores, etc.” explicó.

En cuanto al rol del docente, el debate por la irrupción de la tecnología en el aula y cómo eso impacta en los hábitos y métodos de enseñanza y aprendizaje sigue abierto, bajo de la idea permanente de un cambio o reforma que exige la sociedad pero que finalmente no se concreta.

Buccino advirtió que hoy “faltan docentes en la Argentina”. “Ser docente no es más una cuestión aspiracional de las clases bajas y medias” indicó, un tema atravesado por la cuestión salarial.

“La escuela no está pensada para seguir el ritmo de las transformaciones rápidas, esto impacta muchas veces en los docentes, que se sienten desacompasados con el momento histórico que les toca vivir. La escuela tiene que reacomodarse a lo que está sucediendo. No es una cuestión de grado, es una cuestión sustantiva. Por ejemplo el uso del celular en el aula, donde se vive un momento complicado” reflexionó Buccino.

Ese punto se toca con la cuestión de los recursos que los estados invierten en educación. “Si creemos que una reforma educativa se puede hacer sin recursos es imposible. Hay docentes que hoy cobran hasta un 20% menos que lo que cobraban en septiembre del año pasado. Por el camino de la desinversión no podés transformar nada” indicó el especialista que cuenta con más de 40 años de experiencia entre el aula y el ámbito académico.

Buccino defendió la idea de cambio dado que “hay que reformular un sistema educativo” pero siempre con al figura preponderante del docente. Para ello es necesario pensar y repensar qué modelo precisa el sistema educativo argentino.

“Siempre va a haber un docente frente a los alumnos, en ese caso se debe pensar en un nuevo modelo que requiera repensar qué necesita aprender el chico y quién lo puede enseñar” argumentó el especialista.


Por Gabriel Matera